Por fortuna para mi, las navidades en mi familia se viven apasionadamente, y todos los años me voy unos días a pararlas a casa de mis tíos junto a todos mis primos en Benidorm. En estas fechas no hacemos más que comer turrón, ver películas con un chocolate calentito y salir a la calle a dar un paseo por la playa resistiendo al frío.
Este aspecto de la navidad es muy bonito pero por otra parte la navidad en los últimos años se esta volviendo muy material, es decir, que lo único o lo que más se valora son los regalos que llegan el día de navidad o de reyes. Los niños de hoy en día esperan con ansia que llegue ese momento en el que se encuentran el árbol de navidad de su casa rodeado de cajas envueltas en papel con su nombre listas para ser abiertas y que contengan el regalo tan deseado. Eso está muy bien pero esos niños no se dan cuenta que lo bonito de la navidad es disfrutar de la gente que les rodea. Y es así, lo que actualmente mueve la navidad son los regalos.
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| Imagen extraída de Google Imagénes |
Otra cosa a celebrar en época de navidades es la noche de fin de año. Termina el año y se da la bienvenida al año nuevo por todo lo alto cenando en familia y tomando las famosas 12 uvas durante las campanadas a medianoche y después de esto quedar con tus amigos para ir de fiesta. Personalmente este es mi momento favorito de las navidades porque en mi casa se junta mucha gente y lo pasamos muy bien aunque al día siguiente, ya a fecha de 1 de enero de 2017, siempre aparecerá esa típica persona que suelte el chiste de todos los años que dice "Parece que 2016 fue ayer". Todos los años.
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También en navidades hay días inventados para que las empresas se lleven gran cantidad de dinero a costa de las navidades como son el Black Friday o el CyberMonday. En estos acontecimientos las tiendas ofrecen grandes descuentos sobre sus precios marcados y la gente compra mucho más, aunque hay empresas que suben sus precios para que cuando se aplica el descuento el precio quede bastante parecido al que tenía el producto desde el inicio. Yo no puedo criticar estos eventos porque a mi me vienen bien para comprar ciertos caprichos que me interesan y aprovecho esos días.
En definitiva, actualmente las navidades no han perdido todavía su espíritu de unión y alegría pero cada vez se están volviendo más comerciales.
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